Autor: admin

Ya en el ecuador del periodo estival para muchas de sus señorías y para muchos españoles, la política de confrontación en Cataluña hace un pequeño paréntesis veraniego que apenas durará hasta después de mediados de Agosto cuando el Parlament reiniciará en Cataluña su hoja de ruta.

Que los secesionistas se independizan este año 2017 lo sabemos ya, con refrendo o sin él tienen que vender a los suyos que ya se han ido de la «apestosa» España que los oprime.

Mientras, la nueva kale borroka quema autobuses y ataca a los turistas porque sabe que no hay independencia real ni la habrá bajo el actual marco jurídico español y europeo, por eso el #1O será en todo caso una secesión virtual.

Lo que vemos es un final del proceso con un choque inevitable entre tres grupos, los que quieren la secesión a cualquier precio, los que quieren que no se negocie nada de nada sobre la vigente Constitución, y los que están dispuestos hablar de un posible plan de “rescate” para Cataluña, y para todos los catalanes, de un signo o de otro. Estos últimos, más reformistas, deberían construir un «Plan Marshall» para Cataluña, no solo económico, sino social y ético.

Pero la responsabilidad no es solo de los políticos, es de todos los catalanes que se quedan cruzados de brazos, aquellos que no votan en las elecciones legales, pero luego se quejan de que las cosas no les van bien. ¿Es que no van a tomar cartas en el asunto? Cuando despierten, entonces será posible construir una mayoría alternativa a la actual deriva independentista que solo causa frustración y más confrontación.

Para resolver el «problema catalán” hace falta que los viejos partidos, y los nuevos, quieran construir sobre las actuales leyes, primero con una mayoría en el Parlament y después en el Congreso de los Diputados, una alternativa viable y transitoria que dé respuesta a la actual situación de bloqueo y confrontación.

Aquí no habrá referendos autonómicos de autodeterminación reales porque Cataluña no es Escocia ni en España hay un Quebec. El lado oscuro de nuestra historia nos demuestra lo que somos y las atrocidades que hemos sido capaces de hacernos entre nosotros, pero también debemos ser conscientes y no olvidar que sólo los acuerdos entre todos y por consenso han traído largos períodos de prosperidad social y económica.

Seamos serios, el concepto de plurinacionalidad no existe, es un concepto insostenible porque quien lo nombra lo hace bajo la tesis de nación de naciones, y eso es ya EUROPA, la UE, lo que existe es el concepto de multinacionalidad entre europeos dentro de una Europa integrada, sin fronteras y unida, al menos con unas bases mínimas que habrá de mejorar, y que provee derechos idénticos para todos los europeos. Es lo que quieren la mayoría de nuestros jóvenes en toda Europa (de izquierdas, de derechas y de centro) y sino, pregúntenles en una encuesta, dejémosles una Europa más unida, pero también solidaria y sostenible económica y políticamente, ése debe ser el camino común.

Si preguntamos a todos los españoles, igual que ha sucedido en Francia, los españoles quieren más Europa. Ayudemos a la sociedad catalana a salir del laberinto con un gran acuerdo entre todos, los que aún respetan nuestro marco básico de convivencia, la Constitución actual, nos guste o no, es la que tenemos y sobre la que debemos de construir los cambios o mejoras que pensemos debemos realizar para que todos se sientan representados en ella.

José Manuel San Millán

Socio Director de Target Point